martes, 22 de abril de 2014

CUENTOS DE IFNI de ÁNGEL DOMENECH LAFUENTE

   El territorio de Ifni fue la colonia más rara de las que España tuvo en África. Respondía a una vieja reivindicación secular, alegando que hubo una fortaleza castellana perteneciente a los señores canarios en un lugar llamado Santa Cruz de Mar Pequeña, en el siglo XVI, desde donde se dirigían correrías contra las tribus locales y se comerciaba con algunos productos. Nunca se supo exactamente el sitio de su localización. En el tratado de paz de 1860 que puso fin a la guerra contra Marruecos, el sultán reconoció el derecho español a una posesión en la costa occidental del sur del imperio. Pero nunca estuvo Marruecos muy dispuesto al cumplimiento de la cláusula ni Francia a que se España se le adelantara en el dominio de Marruecos. Se fue dejando hasta bien entrado en siglo XX. Hubo un primer intento del coronel Bens desde el gobierno de Río de Oro, frustrado por el gobierno español, y por fin en 1934 el coronel Capaz tomó posesión de la región tras el pacto con los líderes locales. Tras la independencia de Marruecos en 1956, el territorio y el Sahara español fueron objeto de  los ataques de tropas irregulares de obediencia marroquí. El territorio de Ifni, en el que los españoles sólo tenían algunos puestos militares sin importancia, se abandonó y sólo se conservo la capital Sidi-Ifni hasta la retirada definitiva en 1969. Se puede decir que fue una colonia militar, una gran base militar en el hinterland transmarino de las islas Canarias. Poca historia tiene esta colonia. Mucha población militar flotante y algunos civiles que les daban servicios.
   Precisamente por su carácter militar, el territorio dio muy poca literatura. Sólo el episodio de la guerra de 1957 tiene abundante bibliografía. No obstante, existen algunos ejemplos de libros sobre Ifni. Desde el estudio Memoria sobre la ubicación de Santa Cruz de Mar Pequeña en la costa noroeste de África (1878) de Pelayo Alcalá Galiano, que tuvo una cierta continuación en el folleto Isla de Peregil y Santa Cruz de Mar Pequeña (1908) de García Pérez. En la Biblioteca Digital se puede encontrar de texto de Beltrán y Rózpide de 1927, El territorio español de Ifní: http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000108443&page=1. Algunos estudios geográficos como La exploración de Ifni (1945) de Eduardo Hernández Pacheco o Notas sobre geografía humana de los territorios de Ifni y Sáhara (1945) de Galo Bullón. Tesis como Estudios para una antropología del territorio de Ifni (1946) de Antonio Linares Maza. Libros de viajes como Ifni-Smara (1935) de J. Antonio López Garro o De Ifni a Cabo Blanco (1949) de Luis Diego Cuscoy. Pasando por el clásico de García Figueras Santa Cruz de Mar Pequeña Ifni-Sáhara (1941). O los artículos publicados por Chaves Nogales sobre la ocupación del territorio por el coronel Capaz y recientemente publicados con el título de Ifni, La última aventura colonial española (2012).







   Ángel Domenech Lafuente fue un militar africanista ilustrado. Fue Delegado de Asuntos Indígenas en la Alta Comisaría de España en Marruecos. Fruto de esa etapa son sus libros  El habt. Notas sobre la Garbía (Ceuta 1935) que fue la conferencia que dio en el Curso de perfeccionamiento de interventores de ese año, Apuntes sobre geografía de la zona norte del Protectorado de España en Marruecos (Ceuta 1940) libro que sirvió para preparar las oposiciones al Cuerpo General Administrativo del Protectorado, Un oficial entre moros (Larache 1948) o Del islam (Madrid 1950). Después pasó a Ifni como Secretario General del Gobierno del África Occidental Española y también contribuyó a la literatura africanista del territorio con libros como Algo sobre Río de Oro (Madrid 1946), Del territorio de Ifni (Madrid 1946) y Cuentos de Ifni (Tetuán 1953). Es autor también de muchos artículos en las revistas africanistas de la época en las que recogió sus impresiones sobre etnografía, folklore o costumbres de los territorios en los que sirvió como oficial.




   Cuentos de Ifni no es un libro de ficción original, sino una recopilación de cuentos tradicionales que el autor escuchó de sus colaboradores y de algunas personas a las que conoció. Recopilación de 49 cuentos y siete poesías que dividió en varias secciones: Cuentos de animales, cuentos graciosos, cuentos ¿orientales?, cuentos maravillosos y cuentos hagiográficos. Algunos los había publicado ya en revistas. Para tener un valor etnográfico mayor le faltan algunas referencias sobre el lugar dónde los escuchó, las variaciones que pudieran existir, etc.


   En todo caso, es un buen ejemplo de interés por los pueblos del sur de Marruecos en la mitad del siglo XX. Como señala en una de las canciones recopiladas, el dotado de inteligencia no necesita que se le expliquen las palabras.

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