martes, 18 de noviembre de 2014

CUENTOS DEL MARRUECOS ESPAÑOL (2)

La presencia española en Marruecos propició que algunos autores se interesaran por los cuentos populares y las tradiciones orales marroquíes. Fruto de experiencias e investigaciones fueron algunas recopilaciones de relatos que vieron la luz en esa etapa o que, procedentes de la Zona, se publicaron con posterioridad a la independencia. Proponemos algunos ejemplos:

GARCÍA FIGUERAS, Tomás: Cuentos de Yehá (Nueva Litografía Jerezana. Jerez de la Frontera 1934. XII + 300 páginas. Dibujos de Miziano. Una edición facsímil la hizo Padilla en Sevilla en 1989; Editora Marroquí. Tetuán 1950. XIX + 274 páginas).
   García Figueras hizo esta recopilación gracias a la labor de los traductores Antonio Ortiz Ontiñolo y José Linares Rubio. La segunda edición, la de 1950, se vio notablemente aumentada llegando a los 461 cuentos sobre este personaje popular marroquí, a medio camino de la picaresca y la ingenuidad. El personaje Yehá ha sido utilizado muchas veces por autores españoles y sigue poblando las páginas web. También Guastavino Gallent recopiló sus cuentos.


G.G.B. (Guillermo Gozalbes Bustos): Cuentos marroquíes (Imprenta Vázquez. Tetuán 1945).
   El profesor Gozalbes, muy vinculado a la enseñanza en el Protectorado y en la zona norte de Marruecos tras la independencia, publicó en 1945 (posiblemente también en los primeros meses de 1946) una colección de pequeños folletos conteniendo cada uno de ellos un cuento popular ilustrado. Llevaban publicidad de caramelos Caparrós y galletas Varrobian, marcas tetuaníes, a las que luego se añadirían otras firmas. Por ello entendemos que se trataba de un obsequio al comprar productos de esas casas. Tenemos noticias ciertas de seis de esos cuentos:
1. El hijo del babuchero.
2. Aventuras de Alí en el pueblo.
3. Historia del abuelo.
4. Una aventura de Abselam.
5. La pelea.
6. La muñeca de Fátima.
   Y se anunciaba la preparación de tres más de los que no tenemos constancia: Abdelkader en la ciudad, Los dos amigos y Historia del pescador.


SÁNCHEZ PÉREZ, Juan Antonio: Cuentos árabes populares (Instituto de Estudios Africanos. Madrid 1952. 118 páginas. Ilustraciones de Córdoba).
   Este discípulo de Asín Palacios fue recopilando anécdotas y cuentos populares en su estancia en Tetuán, escuchando a contadores populares y a personas que conoció en la ciudad. Integró su trabajo con búsqueda de versiones en libros como el de su condiscípulo Maximiliano Alarcón. Y con ello completó una selección de 23 relatos a la que añadió una completa bibliografía sobre cuentos populares. El libro se publicó con dibujos de Córdoba.

GUASTAVINO GALLENT, Guillermo: La segunda salida de Yehá (Instituto General Franco. Tetuán 1954. 298 páginas).
   Otra muestra de los cuentos de Yehá.
IBN AZZUZ HAKIM, Mohamed: Cuentos populares marroquíes. I Cuentos de animales (Instituto de Estudios Africanos. Madrid 1955. 110 páginas).
   Quizás pretendió el autor hacer una obra más amplia, con una recopilación de otras materias, pero dejó como muestra este volumen.
 Mohamed Ibn Azzuz

GIL GRIMAU, Rodolfo  y  IBN AZZUZ HAKIM, Mohammed: Que por la rosa roja corrió mi sangre. Estudio y antología de la literatura oral en Marruecos (Instituto Hispáno-Árabe de Cultura. Madrid 1977. 128 páginas; Ediciones de la Torre. Madrid 1988. 228 páginas).
   Importante recopilación de 143 cuentos tradicionales de las regiones del Norte de Marruecos (Yebala y Gomara), especialmente en las ciudades de Tetuán y Xauen, recogidos por los dos autores en las voces árabes de narradores que citan al comienzo. Viene precedido de una amplia introducción de Gil Grimau que confiesa: …todas las narraciones que recogemos son extremadamente sencillas, no tienen aparato retórico y están narradas en estilo directo.


GIL GRIMAU, Rodolfo: Cuentos al sur del Mediterráneo (Ediciones de la Torre. Madrid 1987. 123 páginas. Ilustraciones de Carmen Sáez)
   Dieciséis narraciones tradicionales con las que Gil Grimau vuelve sobre el asunto.

Ilustración de Carmen Sáez
LÓPEZ ENAMORADO, María Dolores: Cuentos populares marroquíes (Aldebarán. Madrid 1999. 285 páginas. Ilustraciones de Enrique Gabriel López Viñas).
Se trata de una recopilación más actual de tradiciones orales.

Dibujo de Enrique G. López

   Desde otro punto de vista, hay autores que prefirieron antologizar escritos de escritores que narraron sobre el Protectorado Español en general, o sobre alguna de las ciudades que pertenecieron a éste. También podemos poner ejemplos:
BENNANI, Aziza: Tetuán ciudad de todos los misterios. (Granada 1992. Universidad. 235 páginas. Prólogo de Juan Goytisolo).
   La profesora de la Universidad de Rabat Aziza Bennani recopiló algunas referencias españolas sobre la ciudad de Tetuán, con una introducción y una amplia bibliografía. Los textos van desde Pedro Antonio de Alarcón hasta Vicente Aleixandre. Todos en prosa. No todo es ficción, hay artículos periodísticos, textos militares y relatos de viajes. Incluye entre los escritores españoles al argentino Roberto Arlt.

LÓPEZ ENAMORADO, María Dolores: Larache a través de los textos. Un viaje por la literatura y la historia (Junta de Andalucía. Sevilla 2004. 149 páginas y texto en árabe).
  La arabista Dolores López Enamorado redactó un recorrido extenso por la historia de Larache con textos de diferentes autores, épocas y lenguas. Así muestra la historia literarita de la ciudad, no sólo a través de obras de ficción, desde la etapa romana hasta la actualidad. Treinta y dos textos precedidos de una semblanza de cada autor enseñan el Larache escrito en prosa y en verso.

LAABI, Mohamed: Voces de Larache (Litograf. Tánger s.f. 112 páginas. Dibujos de Abdeslam Alalou e Ignacio Aguilar).
   También dedicado a Larache, en prosa y verso, en árabe y español. Va precedido por unas breves biografías de los autores.

Dibujo de Aguilar
EL HASSANE ARABI: Cuentos del Marruecos Español (Editorial Clan. Madrid 1998. 292 páginas. Prólogo de Adellatif Limani. Ilustraciones de Bertuchi).
   En esta muestra de referencias literarias a la Zona Española de Marruecos, el recopilador une cuentos con trozos de novelas, fragmentos de libros de viajes o artículos de revistas de la época.

LÓPEZ GORGÉ, Jacinto  y  CHAKOR, Mohammad: Antología de relatos marroquíes en lengua española (Colección Ibermagrib. Granada 1985. Prólogo de Antonio Gala).
LÓPEZ GORGÉ, Jacinto: Nueva antología de relatos marroquíes (Port Royal. Granada 1999. 242 páginas + 3 hojas).

   López Gorgé fue un escritor que estuvo muy vinculado a Melilla y al Protectorado y animó la vida literaria tetuaní a través de revistas como Ketama o Manantial. Como poeta dejó una obra amplia, de gran influencia marroquí. En su Nueva Antología revisa la editada anteriormente con Chakor (libro raro y de difícil búsqueda) y da paso a relatos de escritores españoles y de escritores marroquíes en lengua española.

viernes, 7 de noviembre de 2014

CUENTOS DEL MARRUECOS ESPAÑOL (1): EL JUGLAR DE LOS ZOCOS de JACOBO BENTATA, CUENTOS MARROQUÍES de RODA GARRIDO y HASSAN ESCURI, FATMA de MARTÍN DE LA ESCALERA, EL INDIANO, EL CADÍ Y LA LUNA de ISAAC BENERROCH y ZOHORA LA NEGRA de BACAICOA

BENTATA SABAH, Jacobo: El juglar de los zocos (Madrid 1930. Compañía Iberoamericana de Publicaciones. 225 páginas y 3 hojas. Ilustraciones; La Cala del Moral, Málaga 2010. Editorial Aljaima. 113 páginas)
RODA GARRIDO, Enrique de y HASSAN ESCURI, Ahmed el: Cuentos marroquíes. (Larache 1941. Gráficas Boscá. 64 páginas y texto árabe. Ilustraciones de Bertuchi).
MARTÍN DE LA ESCALERA, Carmen: Fatma. Cuentos de las mujeres marroquíes (Madrid 1945. Instituto de Estudios Políticos. Publicaciones África. 250 páginas + 2 hojas. Prólogo de Tomás García Figueras. Ilustraciones de Bertuchi).
BENARROCH PINTO, Isaac: El indiano, el kadí y la luna (Tetuán 1955. Editora Marroquí. Instituto General Franco de Investigaciones Hispano-Árabes. 200 páginas)
BACAICOA, Dora: Zohora la negra y otros cuentos. (Tetuán 1955. Colección Manantial nº 1. 101 páginas + 3 hojas. Ilustraciones de Enrique Hierro).

    Jacobo Bentata era un judío de Tánger, animador de la vida cultural de la ciudad, fundador (con Alberto España) y redactor de El Mogrebí y escritor ocasional. Había nacido en 1895 y publicó, además de sus artículos periodísticos, algún texto breve como la conferencia Tánger y la política internacional (1932). Fue delegado español en la Asamblea Legislativa de Tánger. Y presidió el Rotary tango en Tánger como en Venezuela. Tras la independencia de Marruecos, como otros muchos de la comunidad hebrea, emigró a Venezuela. En 1930 publicó en la gran editorial CIAP su libro de cuentos El juglar de los zocos, un conjunto de narraciones anecdóticas contadas con gracia en un estilo sencillo y correcto. El libro llevaba unas buenas ilustraciones, es una pena que en esa época se olvidaran los editores de los nombres de los dibujantes.
Jacobo Bentata


Ilustración del libro de Bentata
  
 La Administración del protectorado organizó un concurso de cuentos para conmemorar el Día del libro hispano-árabe de 1941. La publicación de los relatos ganadores se hizo en una edición cuidada, con los imprescindibles dibujos de Mariano Bertuchi. El texto premiado en español correspondía a Enrique de Roda y se titulaba Ahmed. El cuento árabe lo firmaba  Ahmed el Hassan Escuri y llevaba por nombre Taha. Se publicaron los dos en español y árabe. La traducción al español de Taha la hizo Carlos Quirós, director del Centro de Estudios Marroquíes.

   Ahmed es una sencilla narración acerca de un pastor marroquí. De Roda interpreta una escena de la vida rural de marruecos, tal vez escuchara esta narración a algún habitante de la zona. Hassan Escuri, sin embargo, prefiere escribir sobre la relación entre españoles y marroquíes, también en un ambiente rural del Marruecos de la época. Comienza como una fábula del valor de los libros y acaba en un canto a la rebelión militar de 1936.
Ilustración de Bertuchi para Ahmed
   Carmen Martín de la Escalera era una africanista de estirpe cuya firma era habitual en las revistas africanistas españolas de los años 40, 50 y 60 del siglo XX, también en las que editaba el Instituto de Estudios Políticos con personas como Cordero Torres, Gil Benumeya o Julio Cola Alberich. Publicó en 1956 Argelia y su destino, libro en el que analizaba la historia del país y la perspectiva que se le abría. En 1945 hizo una aptortación a la ficción con una colección de once cuentos reunidos en el libro Fatma. Era hija del ingeniero militar Federico Martín de la Escalera y de una aristócrata francesa. Estudió en colegios franceses. Habitante del Protectorado, conocedora de sus ciudades, pretendió huir de la imagen folklórica, exotista o caricaturesca de la mujer musulmana para adentrarse en la intimidad de las casas moras y tratar de comprender una manera de vida. Esta intención de objetividad nunca se consigue porque el escritor está imbuido en su formación y cultura occidental. Hay un cariño por el país, pero no deja de ser una extranjera. En este caso, a la escritora le llaman la atención algunos aspectos de la vida marroquí que son extraños –o, al menos, muy diferentes- a la española. El cuento que inicia el libro (Fatma) es un relato sobre la superstición, la magia de las adivinadoras. En El juramento, nos muestra la forma de proceder de la justicia coránica. O la minuciosa descripción de la vida doméstica en Un asunto de familia. Cuidado libro de lectura sugerente que ha pasado, como tantos otros de esta época y temática, al baúl de los recuerdos.
Dibujo de Bertuchi para Fatma

Carmen M. de la Escalera. 

   Isaac Benarroch Pinto fue un judío de Tetuán que, como tantos otros sefarditas, acabó emigrando a Venezuela. En 1951 publicó su libro El indiano, el kadí y la luna, un conjunto de tres narraciones de distinta factura. Es un libro interesante, ameno y cuya lectura nos lleva a un modo de vida perdido: el de los judíos en Marruecos.  Se compone de tres narraciones. La primera Indianos tetuaníes, es una novela breve que comienza con la llegada de los españoles a Tetuán en 1860 y termina con la emigración del protagonista a Buenos Aires. Está llena de referencias a la vida de la comunidad hebrea, a costumbres perdidas, a la añoranza sefardí por lo español y apunta al camino que sería el que tomaron muchos de los judíos marroquíes: la emigración a  América. La segunda narración, ¡Sea yo el decimoséptimo!, cambia la comunidad judía por la musulmana para narrar un cuento fantástico sobre la justicia coránica y su modo de impartirla.  Como en el cuento anterior, el autor aprovecha para dar noticias folklóricas de las costumbres religiosas de la ciudad, de las cofradías, de las peregrinaciones… Adorna el relato principal con ilustraciones costumbristas. Abusa del adjetivo, tal vez, pero mantiene un pulso de interés en la narración. El libro culmina con ¿Qué hace Dios con la luna vieja cuando sale la nueva?, una breve leyenda. Benarroch ofrece un homenaje al Marruecos antiguo, al que iba cambiando y el autor lo sabía y quería dejar testimonio incluso de lo anterior a él. Hoy el libro ofrece una lectura que va más allá de lo puramente literario. Y, en todo caso, es una sentida evocación de lo pretérito.

   Dora Bacaicoa fue una de las animadoras del ambiente literario español en Tetuán, donde ejerció de bibliotecaria en los años 40 y 50 del pasado siglo. Había nacido en Buenos Aires, niñas pasó a Madrid y enseguida a Tetuán. Estudio Magisterio y Filosofía y Letras en Granada, Universidad a la que acudían los estudiantes del Protectorado mayoritariamente. Era habitual en el suplemento Ketama de poesía y literatura que dirigía Jacinto López Gorgé, que era también el director de la colección que inaugura este libro y que se caracterizaba por el mimo de edición.
Dora Bacaicoa
   En Zohora la negra y otros cuentos la autora reúne ocho relatos bien escritos, con un lenguaje poético, y despliega su visión de las gentes de Marruecos, la vida que llevaban, las luchas femeninas en una sociedad que marginaba  a las mujeres, la ternura y la crueldad, el amor y el odio, la vida y la muerte. La autora, al contrario que muchos de los autores de la época, no impone su visión europea en la narración, pretende ser sólo una observadora de la vida del país sin introducir moral ni justicia. Está claro que cada escritor, por el solo hecho de elegir el tema, ya está imponiendo un criterio pero, en este caso, la intención no parece ser pedagógica sino simplemente realista. La autora se eleva sobre sus personajes, no los dirige.

Ilustración de Zohora la negra