viernes, 27 de febrero de 2015

LAS NOVELAS DE TÁNGER (1): LUNA DE SANGRE de SALVADOR GONZÁLEZ ANAYA.

GONZÁLEZ ANAYA, Salvador: Luna de sangre. Novela crónica. (Obras completas volumen XI. Biblioteca Nueva.  Madrid 1942. 310 páginas).

  
   Málaga fue una de las ciudades donde la población civil más sufrió la Guerra Civil española. Primero por la persecución de las gentes de derecha a manos de los que tomaron el poder en nombre del Frente Popular en julio de 1936. Después por la terrible represión franquista que provocó la huida, consejos de guerra y muerte de los partidarios del bando republicano. González Anaya va a novelar una de las visiones del conflicto.

  Era un escritor popular en la época, nacido en Málaga en 1879 y muerto en la misma ciudad en 1955. Fue académico de la Real de la Lengua. Fue alcalde de su ciudad natal en dos ocasiones 1916-1918 y 1935. Y se caracterizó por una literatura regionalista con mucho de costumbrismo andaluz en novelas como Los naranjos de la Mequita (1935). Hombre tradicional tanto en el pensamiento como en la manera de escribir, defensor de valores católicos y en una idea estética y de pensamiento parecida a la de autores como José María Pemán o Ricardo León.

   Tras la Guerra Civil da a la luz Luna de Sangre (1942) que es la continuación de Luna de Plata (1941), que terminó con la protagonista en Tánger. Luna de Sangre, en la parte africana, relata las peripecias de una mujer en Tánger que no puede volver a Málaga porque su vida correría peligro. La ciudad se convierte así en refugio de los nacionales cuando más tarde lo será de los republicanos. Es una novela epistolar donde se dan y se reciben noticias de Málaga y Marruecos. En realidad, el grueso del relato se refiere a los primeros momentos de la guerra en Málaga donde está escondido el corresponsal a la espera afanosa de que el ilustre don Gonzalo Queipo de Llano entre con sus tropas (página 13). Las noticias de Tánger no interesan, apenas hay algunas descripciones turísticas de la ciudad y la playa unas someras notas de la vida en ella. Es una novela en la que uno de los escenarios es Tánger pero que está referida casi por completo a Málaga. Las menciones tangerinas son las de una sociedad de ricos residentes extranjeros y, como suele ser habitual en este tipo de relatos, parecen que vivían en una burbuja al margen del resto del mundo, incluidos los habitantes marroquíes de la ciudad. La mayoría de los españoles de Tánger simpatizaban con los republicanos, y diarios como La Democracia o El Provenir. Franco crearía en 1937 el periódico Presente para contrarrestar la propaganda contraria. Las noticias del bando franquista venía de Tetuán, población enteramente nacional: Se van al París de tertulia a recoger informes de la campaña., que allí los sueltan a porrillo, porque en Tetuán se sabe todo, y hay muchos españoles que van y vienen (p. 160).

   En definitiva, una muestra de la novela española sobre Marruecos aunque con poco Marruecos.

viernes, 20 de febrero de 2015

FRANCO EN MARRUECOS Y LA NOVELA: CAPITÁN FRANCO de PEDRO HERRASTI

HERRASTI, Pedro: Capitán Franco (Edhasa. Barcelona 2014. 411 páginas)

   Francisco Franco era un militar atípico entre los africanistas del primer tercio del siglo XX. No tenía un buen expediente académico. Era un hombre de escasa presencia física. No bebía, ni jugaba, ni acudía burdeles. Pero era un hombre de gran valentía y arriesga en las acciones en las que intervenía. Tuvo suerte (su famosa baraka) y salió vivo de todas. Gracias a ello tuvo una meteórica carrera de ascensos que le llevó a ser el capitán más joven del Ejército Español y, más tarde, el general más joven de Europa. En el Marruecos de principios de siglo, Franco pasó por las tropas de élite. Primero en Regulares y luego en el Tercio. Como capitán de Regulares fue herido de gravedad en junio de 1916 cerca de Ceuta, en El Biutz. Siempre creyó que no le dieron la Laureada de San Fernando de manera injusta, aunque se le otorgó la Cruz de María Cristina y fue ascendido a comandante por méritos contraídos en esa acción. Posteriormente su labor fue destacada en la defensa de Melilla tras el Desastre de Annual y en el Desembarco de Alhucemas.

   Herrasti comienza su novela con el episodio de El Biutz. A pesar del título, que tiene mucho de reclamo comercial justificado, el personaje principal de la novela no es el futuro dictador, que es sólo uno más de los muchos secundarios de existencia real, sino el segundo teniente Jorge Blanco que escribe sus memorias. Este personaje puede ser el protagonista de una larga serie porque el autor nos indica al principio que luchó en Marruecos, Guerra Civil, División Azul…, aunque ignoro cuál es la intención de Herrasti. Es un antihéroe divertido: Cobarde, juerguista, mujeriego, jugador y favorecido por la suerte de tal manera que no sólo sale bien de las peripecias sino que, además, es condecorado. Este perfil recuerda mucho a Harry Flashman, el personaje de las novelas de George MacDonald Fraser. Entiendo que Herrasti debe cuidar este aspecto para diferenciar a uno y otro porque cae en el error de crear un trasunto español de Flashman tanto en su faceta de cobarde al que la suerte le hace aparecer como héroe, como de conocido de todas las celebridades del momento y testigo de los más importantes acontecimientos de la época.
EL BIUTZ

   La novela pasa por dos fases distintas. La primera es la estrictamente colonial desarrollada en el frente, el hospital y Ceuta y en la que el autor va creando la intriga de un argumento de misterio policial. Después el protagonista pasa a Madrid donde, con la escusa de seguir las indagaciones, se nos muestra la ciudad de los años veinte del siglo XX, el ambiente canalla de la literatura y la política. Un recorrido por los pordioseros de la gloria literaria que ya había descrito Juan Manuel de Prada en Las máscaras del héroe. Herrasti conoce bien los distintos escenarios de la novela y sus pobladores. Su relato es entretenido, sin pesadez y con un discreto sentido del humor que ayuda al lector a no perder el hilo que, por otro lado, no tiene muchas vueltas. Luego viajará a Oviedo. A pesar de la primera apariencia, la novela no es una mera sucesión de episodios aventureros. El argumento misterioso parece más bien una excusa para que el personaje se vaya desenvolviendo en los distintos escenario y entre los personajes famosos. La trama aparece y desaparece, se marcha y vuelve, se esconde y casi olvida y, en el recorrido guadianesco, surge al final para concluir la novela. El autor no quiere desaprovechar la ocasión de reflejar el ambiente social y las intrigas políticas, tiene la voluntad de no caer en la simple novela de aventuras. Es un modo de escribir. Y no puede decirse que el libro no sea entretenido y curioso porque Herrasti habla con perfecto conocimiento de los hechos y los protagonistas. Para ayudar a la lectura, añade unos apéndices con someras biografías, fotografías y datos históricos.

viernes, 6 de febrero de 2015

NOSTALGIAS COLONIALES (9): IFNI CAFARD de LUIS JÁTIVA GARCÍA.

JÁTIVA GARCÍA, Luis: Ifni cafard (Autor. Asturias 2010. 653 páginas).

Luis Játiva

   Y nos ocupamos de Játiva García al hablar de su novela sobre Chafarinas, posterior a ésta. El autor relata sus recuerdos de médico militar y la vida en el pequeño reducto de Ifni en los años sesenta del siglo pasado. Llegó destinado en los últimos meses de presencia española. Confiesa que hay mucho hechos reales enmascarados con personajes ficticios. Pero en el libro hay más de recuerdos o memorias que de verdadera novela. Parece que enseñara al lector la ciudad que fue, que lo acompañara por sus calles y le mostrara los edificios. Como suele ocurrir en este tipo de libros, los recuerdos se seleccionan. Hay escritores que sólo toman lo malo, como una venganza, y van dando un repaso a las personas con las que le quedaron cuentas pendientes. Otros, como es el caso de Játiva, prefieren contar sólo lo agradable y pasar por alto las situaciones malas y los lugares sórdidos o inconvenientes según la mentalidad de la época. Pero hubo de todo.

   Ifni cafard es una mezcla de evocaciones familiares, recuerdos del ejercicio de la profesión y noticias dispersas sobre la vida colonial en sus últimos tiempos. Quizás le falta una revisión final (se nota, por ejemplo, la falta de acentos). Y, tal vez, una cierta empatía con el lector. El libro es muy largo, muy minucioso en lo personal, pero al lector le hubiera gustado más que se llenara de estampas cotidianas de los que vivían y cómo vivían en Sidi Ifni. Pero hay páginas interesantes como la historia de Capaz y la toma del territorio contada por un testigo, los sucesos del zoco antes de la entrega a Marruecos, el ambiente tenso entre españoles e ifneños, la situación sanitaria…. Es una de las escasas lecturas acerca de la vida en la ciudad, más allá de la guerra, de los quehaceres cotidianos y quizás la única que da datos de los poblados abandonados en 1958 y que se quedaron como una especie de tierra de nadie hasta 1968.

   El libro gana en emoción al final, cuando el autor, entre sus quehaceres médicos, va visitando a los protagonistas de la guerra de 1957-58 y nos trasmite noticias directas de lo que aconteció.


    En resumen, un conjunto de noticias de los últimos días del territorio escritos por un testigo. El libro se completa con fotografías de la época y dibujos (algunos de los cuales reproducimos aquí).



domingo, 1 de febrero de 2015

NOSTALGIAS COLONIALES (8): RELATOS DE JOSÉ MENÉNDEZ HERNÁNDEZ.

MENÉNDEZ HERNÁNDEZ, José: Los últimos de Guinea. El fracaso de la descolonización (Madrid 2008. SIAL. 427 páginas).
-         Quiero besar tu sonrisa (Madrid 2012. SIAL. 181 páginas + 2 hojas).

-         Bubi de Rebola y otros relatos (Madrid 2014. SIAL. 178 páginas + 1 hojas).
José Menéndez
   José Menéndez Hernández es un hombre polifacético y de amplio curriculum. Licenciado en Ciencias de la Información y doctor en Derecho. Ingresó por oposición en el Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado, y después en el de Registradores de la Propiedad. Fue Magistrado del Tribunal Supremo. Estuvo trabajando en Guinea y Honduras. Colaborador de ABC  y, entre 1972 y 1975, columnista de Nuevo Diario. Es autor de quince libros y de más de doscientos trabajos sobre temas jurídicos, especialmente de derecho fiscal. Profesor de la Universidad Complutense durante ocho años, también ha sido docente en la Universidad de Tegucigalpa en Honduras y en la de las Islas Baleares durante dos años.

    Su vinculación con Guinea deriva de dos estancias en el país. Primero, como registrador de la propiedad en la etapa de la Autonomía; después, como asesor del presidente Macías en los primeros tiempos de la independencia. Tuvo que abandonar la república precipitadamente. Es autor de un libro imprescindible para entender la configuración jurídica de la colonia española y el desarrollo posterior de los derechos de adquisición, transmisión, extinción y registro de la propiedad inmobiliaria: Estudio de la legislación hipotecaria de Guinea. Su único procedimiento inmatriculador (Madrid 1970. Editora Nacional. 357 páginas).

   La labor narrativa de Menéndez sobre la antigua colonia comienza en Los últimos de Guinea (2008), libro de recuerdos amables sobre su etapa en África en la que desgrana vivencias y se olvida de otras que pudieran ser más interesantes desde el punto de vista político. Algunas de sus páginas tienen el carácter novelesco suficiente como para traerlas aquí. Su siguiente libro, Leyendas y relatos de Guinea Ecuatorial (2009), lo dejamos para otro comentario posterior. Y confiesa ya abiertamente su intención literaria en Quiero besar tu sonrisa (2012). Aquí vuelve a abrir la memoria para rescatar experiencias, leyendas, recuerdos más o menos ficticios y narraciones de una Guinea idílica donde vivía feliz. La parte guineana del libro es sólo la final, muy pocas páginas en relación con el total. Y añade las poesías escritas en aquellos años. Menéndez es muy claro en su manera de contar las cosas y en la visión que tiene de los hechos coloniales. Así escribe: Me gusta recordar los Juegos Florales de Santa Isabel del año 1963 para demostrar la grata convivencia existente entre blancos y negros, cuando otros países africanos se debatían en convulsos incidentes independentistas y en los mismos tiempos en que el Ku Kus Klan hacía de las suyas en Estados Unidos, mientras que en Guinea no nos inquietaban las vibraciones políticas de nuestros vecinos (página 136).


   En su último libro de relatos hasta la fecha, Bubi de Rebola y otros relatos (2014), el autor vuelve a usar la misma técnica narrativa para su retrospección guineana, mezcla de recuerdo familiar, memoria política y fino humor con mucha nostalgia pero sin esa carga melancólica de los que viven atrapados en el pasado. La presencia del paisaje que configura la actuación de los personajes. Y los personajes mismos que se integran en el paisaje porque nadie es igual en dos lugares diferentes. Menéndez es la síntesis del sentimiento o pensamiento de una estirpe que se agota, la de los antiguos residentes en la colonia perdida.